¡Buen día!
Empezar Octubre con lo que más me
gusta hacer ¡viajar y bailar! En está ocasión les presento mi aventura por
Chalma y Malinalco. Ha decir verdad, esta visita me ha dejado con ganas de
volver, desafortunadamente fue poco el tiempo que pude estar en ambos sitios,
sin embargo, es fácil darse cuenta de ciertas problemáticas y conflictos que se
están presentado a partir de la actividad turística.
El municipio se encuentra a 65
kilómetros de la ciudad de Toluca y a 95 kilómetros del Distrito Federal, limita Joquicingo, Ocuilan,
Zumpahuacán y Tenancingo en el Estado de
México y con Tetecala y Miacatlán en el
Estado de Morelos.
Chalma y Malinalco pertenecen al
mismo municipio, no obstante son fuertes los conflictos entre las comunidades
ya que los primeros quieren independizarse como otro municipio y, según sus
habitantes, estos no reciben ningún apoyo de la cabecera municipal ubicada en
Malinalco; como les había comentado, es fácil de percibir.
Me gustaría empezar con
recomendación al momento de emprender un viaje; información previa sobre su
destino, no significa que lo conozcan por completo a través de la información
que puede conseguir, sino que den espacio a ese factor sorpresa, pero que
tengan una idea de qué van a encontrar, sobre todo al momento de planear tiempos
y desplazamientos, para que sus visitas sea eficientes y productivas.
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El Ahuehuete |
Nuestro recorrido empezó en “El
Ahuehuete” Chalma, un árbol ancestral el cual es parte de un ritual religioso,
aquel peregrino que llega a éste árbol a cumplir su manda debe adquirir una
corona de flores y conceder una pieza de baile al santo, mojarse un poco con el
agua de manantial, para finalmente llevar la corona al santuario, como bien
dicen, al lugar que fueres, haz lo que vieres.
El Santuario es la iglesia
principal del pueblo dedicado al Señor de Chalma, se trata de un convento
agustino del siglo XVI, es un lugar realmente agradable en cuanto a su arquitectura
y espiritualidad, más allá de la religión que cada visitante profese. Únicamente
se puede llegar caminando, hay que atravesar un mercado, entre subidas y
bajadas, donde hay puestos principalmente de dulces y comida.
No quisiera que sonara a mala
publicidad, pero la verdad es que, desafortunadamente, el turismo ha hecho de
Chalma un lugar sucio, hay basura por las calles, que por cierto, no todas
están pavimentadas, además tiene una mala distribución del comercio y, de los
locales, no se puede decir que tengan las condiciones ideales de higiene. Entre
otros aspectos negativos es la calidad del transporte y el tráfico, así como la
creciente inseguridad.
Algunos de los habitantes con
quienes pudimos platicar, nos comentan precisamente que, cada fin de semana,
con tantos visitantes de los municipios y estados aledaños, el tráfico es muy
pesado para llegar al ahuehuete y al santuario, sobre todo en las mañanas y
esto no les permite desarrollar sus actividades con la misma cotidianidad.
Nos comentaron además, que si
bien el turismo era una de sus principales fuentes de ingresos, la repartición
de los beneficios no es equitativa y entonces se presentan riñas y pleitos entre
la población. Además no cuentan con un sistema de vigilancia y tampoco hay apoyo
para la limpieza de las calles y recolección de basura por parte del municipio.
En definitiva éste es un destino
de turismo religioso y peregrinaje, que recibe un número significativo de
visitantes, pero no cuenta con la infraestructura necesaria, no hay suficientes
hoteles, transporte o módulos de información turística, inclusive de establecimientos
de alimentos y bebidas o algunos otros servicios complementarios como farmacias
y abarroteras que puedan satisfacer la demanda de sus visitantes, por poco
exigentes que estos sean.
Después del desayuno en Chalma,
nos dirigimos a Malinalco, la diferencia entre ambas comunidades es más que evidente.
Malinalco es parte de un programa federal de turismo llamado Pueblos Mágicos
cuya categorización requiere del cumplimiento de ciertas especificaciones culturales,
sociales e inclusive ambientales, por lo que la cabecera municipal, a primera
vista, tiene un aspecto mucho más verde y limpio que Chalma.
Museo de los Bichos |
En Malinalco, fuimos a visitar el
museo vivo de los bichos, aunque no es el más grande y tampoco el mayor
atractivo del municipio, puedo decir que cumple con la función educativa que
todo museo debería tener; el recorrido es divertido, sus guías son muy
agradables, puedes interactuar con sus ejemplares y terminas el recorrido con
un aprendizaje sobre la biodiversidad del municipio.
Uno de los biólogos fundadores
del museo nos recibió con una plática, bastante casual, pero muy informativa
sobre la evolución del turismo en Malinalco y cómo ha impactado en el ambiente
natural y social, desde su perspectiva como prestador de servicios, pero
también como habitante del municipio.
Nos comentaba que desde hace 15
años que lleva en operación el museo, con su equipo de trabajo han hecho el
registro de especies nativas de peces e insectos, por ejemplo, que han
desaparecido o que están en peligro de extinción debido a la implementación de
servicios para los turistas, como los criaderos de truchas, el campo de golf,
los complejos habitacionales y hoteles, o bien, por la contaminación de los
cuerpos de agua. Se refirió también al problema de erosión de suelos y montañas
donde se practica rapel, todo ello implica la pérdida del paisaje como
atractivo natural.
Además, nos habló de la falta de
organización y comunicación entre los pobladores, él personalmente ha intentado
trabajar en conjunto con la comunidad, pero ha enfrentado algunos conflictos.
Si bien, la población de Malinalco sabe que vive del turismo, es difícil lograr
acuerdos pues todos buscan un beneficio personal o simplemente no tienen la
iniciativa o el interés por forma parte de la dinámica turística.
En el museo de los bichos, se
puede presumir que intentan involucrar a la población para que conozca sus
recursos, producen conocimientos sobre la biodiversidad y también buscan que el
turista se lleve una experiencia satisfactoria y educativa, pero no será
suficiente si, por principio la comunidad no participa, no trabajan en conjunto
y después si el turista no modifica y hace conciencia sobre lo que su visita
puede provocar en un destino.
Mi viaje terminó con unos tacos
en el centro de Malinalco, de lo que sólo puedo decir que son una delicia, como
todo buen mexicano, disfruto comer en la calle y más si se trata de tacos,
acompañados de una refrescante cerveza en el ambiente tan característico de un
Pueblo Mágico y para completar, una nieve típica de Malinalco.
Aunque por supuesto hay una clara
diferencia entre la comunidad de Malinalco y Chalma, bajo mi perspectiva como
estudiante, en ninguna existe la planificación y educación acerca del turismo,
lo que ocurre en el municipio ha sido espontáneo, por espontáneo no refiero a
que ocurrió de un día para otro, sino que los responsables no se han detenido a
pensar en las consecuencias de las actividades turísticas, tanto de la oferta
de servicios como la presencia de turistas.
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Malinalco |
El futuro turístico de Malinalco
y sus respectivas comunidades, tiene de frente importantes retos que le
permitan conservar su categoría como Pueblo Mágico y que mejore las condiciones
sociales y ambientales del lugar. Lo ideal sería que los habitantes, las
instituciones públicas, empresas y prestadores de servicios trabajaran en
equipo. Será necesario regresar y observar de manera más precisa lo que ocurre;
ya que, como mencioné en un principio, fue una visita corta, así quizá, regresé
con una impresión errónea.
No pretendo con éste escrito que mis lectores
tengan una mala perspectiva del turismo y de lo que ocurre en Malinalco y
Chalma, por el contrario, los invito a que hagan una reflexión sobre sus
propios viajes y las actividades que realizan durante ellos, que se informen
sobre el contexto social y ambiental con el que van a interactuar, con la
finalidad de que no sólo podamos, como turistas, percibir un mejor servicio o
experiencias de calidad, sino que también regresemos con un aprendizaje y que llenemos
de satisfacción a la comunidad que visitemos.